domingo, septiembre 03, 2006

Informe de gobierno: ¿dos victorias?


La amenaza estaba hecha desde hace días atrás: el PRD debería impedir que Vicente Fox pronunciara su sexto y último informe de gobierno. Fue así como llegó el día primero de Septiembre. San Lázaro se vestía de un halo de incertidumbre y desde la mañana se comenzaron a gestar pequeños actos violentos que, por fortuna, no pasaron a mayores. El recinto legislativo estaba resguardado por la policía como medida preventiva ante el posible ataque de las huestes de López Obrador. Los diputados del PAN y la población en general se preguntaban qué es lo que iba a pasar, ¿sería cierto que los de la izquierda impidieran el discurso que año con año el presidente de la nación hace para rendir cuentas de su gobierno? Claro que lo fue. En cuestión de minutos, un poco antes de las siete en punto, el discurso del coordinador de los senadores, Carlos Navarrete, del Partido de la Revolución Democrática se llevó a cabo y entre sus palabras los ánimos comenzaron a aumentar a tal punto que los diputados y senadores se subieron tomaron la tribuna, advirtiendo que no se irían a menos que la seguridad que estaba afuera se retirara.

Vicente Fox, como lo marca la constitución, entregó su informe escrito y dio la media vuelta, regresándose a la residencia oficial de Los Pinos. Es ahí cuando uno se pregunta quién ganó. Primero que nada, es obvio que aquí no deberían de verse vencedores ni vencidos, pero la realidad es que así se ha estado manejando desde hacía mucho tiempo. Inevitablemente las dos partes celebrarían: los simpatizantes de Obrador vitorean la victoria ya que impidieron al presidente dar su informe. Yo eso lo veo como una victoria para los enemigos de la democracia y la paz. Hay muchas maneras de manifestarse, pero llegar a tal punto me parece algo vergonzoso. Si bien el informe era tedioso, demagogo e incluso estúpido, esos legisladores no tenían derecho de secuestrar este acto. ¿Pero qué se le iba a hacer si esto era inevitable? Muchos dicen que hubiera sido mejor que Fox usara la fuerza, pero de este modo el presidente quedaría como el opresor que los perredistas creen que es. No creo que la visión de ese grupo importe mucho, pues Vicente es hoy por hoy un político con un enorme nivel de aceptación, uno de los más altos en América Latina cabe destacar. Más bien pienso que Fox estuvo a la altura de la situación de su cargo: no sólo no provocó a los del sol azteca, sino que se retiró dignamente a su lugar de residencia para después emitir en cadena nacional un pequeño informe. No actuó de manera intolerante como los del PRD, sino todo lo contrario. Dio muestra de una inteligencia que ni le conocíamos (o por lo menos la de algún asesor), de respeto – de lo que carecen los de la izquierda – y sobre todo de cordura. Al final a eso de las nueve de la noche habló ante todos en santa paz.

En el Zócalo los simpatizantes de López Obrador gritaban a los cuatro vientos su supuesta victoria. Piensan que dejaron al presidente en ridículo, y quizá lo hicieron, pero en su extraña y mórbida mente. Quien se ponga a analizar con calma se dará cuenta de que los opresores son otros. No se necesita un ejército para quitar la libertad, con una persona que transgreda la ley y la convivencia civil se está robando la libertad. Y dentro de este esquema victorioso de la izquierda me pregunto yo, ¿qué pasó con todos esos simpatizantes? Quisiera yo apelar a la cordura de López y sus seguidores que ni se dignaron a marchar al congreso como lo habían anunciado. Más me parece a mí que día con día el movimiento se radicaliza y los adeptos se pierden, porque no todos son tan extremos. Y en un par de años quizá la gente ni se acuerde de aquella oscura tarde de Septiembre en que el PRD secuestró el pleno, pero sí tendrán en su memoria las acciones que este partido perpetró después de las elecciones del dos de Julio. Pues este partido pasará a la historia como el grupo de gente que cuando no estaba de acuerdo con la democracia argumentaba incoherencias para poder decir que el poder debía ser única y exclusivamente de ellos, como el grupo que bloqueó una de las arterias principales de la capital mexicana. Es por eso que el Partido de la Revolución Democrática debe replantearse el hecho de cómo estar. Porque me da vergüenza y asco la imagen que esa gente extremista da. ¿Queremos que intolerantes nos representen, aquéllos que sólo acatan la ley cuando les es favorable? Yo no quiero eso. El PRD nació como un partido de izquierda legítimo que luchó en contra del fraude electoral de 1988, que luchó por la libertad y por su ideología. Ahora no es más que un circo. Me parece patético que en este país no exista una opción viable de izquierda.

Lo más gracioso del caso es que Vicente Fox se puede retirar tranquilo a su rancho, pensando en que actuó de la mejor manera y que muchos se lo celebraremos. No es cuestión de partidos, es cuestión de cordura y de sentido común. Yo no soy ni seré panista, pero sí seré alguien que sepa reconocer cuando un político actúe bien, y en este caso Fox lo hizo. Quizá las cosas se le salieron de control durante su sexenio, y se lo podemos reprochar, pero demostró mesura e inteligencia cuando debió de hacerlo.

Ahora me pregunto yo qué pasará. Ya sabemos que los fanáticos del sol azteca no aceptarán a Felipe Calderón como presidente, aunque legítimamente lo sea. ¿Obrador se convertirá en el líder de la oposición o será sólo una sombra del populismo y la demencia?

viernes, agosto 18, 2006

¿Dónde quedó la libertad?

Jean Jacques Rousseau inicia su obra, El contrato social, con una inmortal frase: “El hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive en todas partes entre cadenas”. ¿Qué tanto hay de cierto en ella? Demasiado. Y después continúa en el capítulo IV: “Si un individuo – dice Grotio – puede enajenar su libertad y hacerse esclavo de otro, ¿por qué un pueblo entero no puede enajenar la suya y convertirse en esclavo de un rey?”. Por su puesto que la sociedad francesa de 1762 era muy distinta a cualquier sociedad actual, y mucho más a la mexicana. Sin embargo los sucesos históricos pueden repetirse de cierto modo azarosamente. Con esto no me refiero a que algo en la actualidad pueda ser exactamente igual a algo vivido cientos de años atrás. Las sociedades convergen y se desarrollan a su propio modo, siempre siendo influenciadas por la gente y las demás. Las naciones se sujetan a la evolución constante del mundo. La globalización ahora es un fenómeno incontrolable al que todos los países, sin importar su ideología, deben aprovechar para su desarrollo. No se puede pretender vivir en una utopía en la cual el exacerbado nacionalismo prohíba moralmente interactuar en libertad con los demás seres. Esto, en definitiva, es un error en el cual han caído muchos países.

Habría que hacer una semblanza de ciertos sucesos contemporáneos en los cuales se pueda observar que la libertad ha sido mermada. No porque avance el tiempo, la mentalidad de las personas evoluciona al mismo ritmo; es más, en algunos casos, parece retroceder y buscar en el pasado anhelos imposibles. Lo ideal es que fuera de este modo, pero la realidad es que sólo unos pocos lo logran. Quizá no sea culpa de esas personas. El desarrollo psicológico de una nación está estrechamente relacionado con el tipo de gobierno del que ha sido víctima durante su historia. Muchas veces se busca culpar al político de los males que un país esté enfrentando, pero esa gente que juzga no se ha puesto a pensar en que el gobernante no es más que un individuo que se desarrolló en esa sociedad. Hay que recordar que todo es un caldo de cultivo del futuro: lo que hoy se hace, mañana o en algún tiempo aún no transcurrido rendirá frutos, buenos o malos, pero reales. Es por esta razón que los pueblos reaccionan de manera diferente, pues nadie ha tenido la misma historia, pero sí ha vivido esos procesos en ciertas condiciones junto al resto del mundo. No se puede entender el desarrollo de un país sin tener en cuenta los factores de todo el globo. Uno de los ejemplos que sería pertinente describir a enormes rasgos, es el caso de la patria gobernada por el anciano Castro.

Cuba. Un país que ha atravesado una crisis durante toda su historia contemporánea. Es una sociedad que ha estado oprimida durante muchas décadas y que, lamentablemente, habrá de seguir en el mismo estado. La revolución cubana se gestó en ese momento en el que los ideales comunistas estaban presentes en millones de personas. Muchos fueron los que iniciaron este movimiento, pero fue uno el que brilló por sus actos: Fidel Castro. Por su parte, Fulgencio Batista fue un militar que buscaba el poder, terminando su vida política en la isla como un dictador durante el periodo de 1952 a 1959. Los movimientos comunistas eran reprimidos y el país parecía que hacía agua. Llegaría entonces el ideal de igualdad social, la desaparición de las clases: el Estado comunista. Triunfa la revolución cubana y Batista se refugia en España; las ciudades de Santa Clara y Santiago de Cuba son tomadas por el Che Guevara y Fidel Castro. Este último asumiría en breve tiempo el gobierno la isla, primero como Primer Ministro y después como presidente vitalicio. Hoy en día Castro es una figura, no política, más bien cuasi religiosa y de culto. Sigue siendo el hombre que con sus ideales de libertad logró eliminar la opresión de Cuba para traer el socialismo. Pero, ¿cuánta de esta libertad sigue existiendo en la isla? La cruel realidad es que ese concepto es un fantasma. Es una nación donde sólo se ve en blanco y negro; un país bien educado, pero que no puede usar dicho conocimiento, pues no tiene libertad. La dictadura de Castro – así los neo socialistas digan que no existe – es el ejemplo más tangible de opresión que podemos tener ante nuestros ojos. En teoría los cubanos son dueños de todo, porque ésa es su tierra y Castro es sólo un representante de todos. La realidad es que el pueblo es dueño de nada. Cuba no es una patria de libertad, es una zona de un esclavismo sui géneris, donde el mar funge como barrera natural para cientos de presos políticos. Está demás decir que en ese lugar el Estado es dueño de todo, y que la propiedad privada no existe. El problema es que el Estado no sirve para generar riquezas, sino para procurar el ambiente propicio para que el capital llegue, siendo acompañado en muchos casos, por iniciativa privada y nacional. Muchos dicen que en Cuba no hay pobreza, y sigo sin entender por qué hacen esa afirmación tan audaz cuando podemos ver que la gente no tiene en qué caerse muerta. La educación es un constante lavado de cerebros donde los preceptos comunistas se transforman en dogmas de fe. La única libertad queda en la mente de los ciudadanos. Eso sí: Castro puede utilizar ropa Adidas, así ésta sea una marca del imperialismo

"De todas las tiranías, aquélla ejercida por el supuesto bien de sus víctimas es la más opresiva" Dice C.S Lewis. Esto se aplica perfectamente a Cuba y también podría ser válida para México en estos momentos. Son países que no tiene que ver. Castro es un dictador. López Obrador está lejos de ser parecido a él o a Chávez; más bien es un hombre demagogo que ha hecho que el pueblo, como ya había mencionado en la cita de Rousseau, enajenara su libertad, así enajenando la libertad de muchos otros habitantes de la capital. Hace poco un séquito de sus seguidores fueron hasta el congreso para bloquear la calle y protestar. El resultado fue el enfrentamiento entre policías y manifestantes. Los que piden el recuento dicen que se les quita su derecho a poder manifestarse libremente, al mismo tiempo que le quitan la libertad de tránsito a todos los demás que no están de acuerdo con su causa.

Yo sólo estoy esperando el 15 de Septiembre, día en que se festeja la independencia de México, cuando dejamos de ser la patria controlada por España y pasamos a ser la nación libre que nos pertenece a nosotros. Este año, aquellos que exigen el recuento irán a manifestarse al Zócalo. Por otro lado, también piensan interferir con el desfile militar. Yo afirmo una cosa: la libertad no existe ni existirá, más bien lo que nos libera es la búsqueda por ella. Sin embargo esa búsqueda no puede transgredir la de los demás.

viernes, agosto 11, 2006

Turismo a grandes rasgos

¿No estamos hartos ya de tanta politiquería? En esta entrada podría analizar más a fondo a López Obrador, pero ese hombre es una persona tan ambigua, que desalienta. Yo, como capitalino, sufro del acarreo de los simpatizantes de su causa. Estoy de acuerdo con los movimientos sociales, siempre y cuando no afecten la libertad de las personas. Yo siempre he creído que ese concepto conocido como "libertad" no existe, más bien la búsqueda es lo que nos libera. Lo que hace López es transgredir cualquier percepción de esa palabra.

En la entrada anterior dije que de regreso de mi viaje vi montones de camiones repletos de gente que iba con destino a la ciudad de México, con el único fin de asistir a una de esas asambleas infómativas del señor en cuestión. Bien... pues ahora hablaré sobre la escena anterior a ese viaje por carretera. Ya lo había escrito en cierto lugar, pero a falta de inspiración pecaré de autoplagio:



Lo más predecible es la consecuencia final de todo suceso. No sabemos en qué acabará, pero sabemos que tiene un fin. Esta vez lo que acabó fue mi viaje al sur de México y mi flojera por escribir este journal. Y también se acabaron unos cuantos libros en el viaje de regreso, pues aguantar la carretera de Quintana Roo es tarea titánica, porque como siempre, padre gobierno no iniverte en lo que debería.

¿Qué cosas vi por allá? Francesas, pirámides y más francesas. Ya es parte de la realidad de nuestro país que los sitios arqueológicos sean visitados casi exclusivamente por gente de Europa y muy pocos mexicanos. Ellos quedan maravillados ante los grandes templos que se construyeron en tiempos anteriores, que se elevaban e imponían su grandeza ante la naturaleza y los ojos de cada uno de los humanos que tenían (y ahora tienen) el privilegio de ver. No es para menos: la cultura maya es, por mucho, la más importante de américa en el aspecto cultural (sic). Claro, algún peruano me dirá que la cultura inca fue mucho más importante, y que el entierro del Señor de Sipán es lo más hermoso y opulento que pueda existir. Yo, como amante de esas civilizaciones perdidas, no discrepo del todo, sino que simplemente me parece que los mayas fueron hombres que trascendieron en el tiempo y en su propia realidad. No por hacer las pirámides más altas (que las tienen) ni por tener la escritura que es considerada la más sofisticada y hermosa, sino, más bien, por todo lo que fueron ellos: un pueblo demasiado avanzado que vio su decadencia cuando otras culturas guerreras florecían. Y sobre todo por ese misterio siempre presente, por esos templos de rocas antiguas que parecen hablar y contarnos una verdad que muchos han querido ignorar.

En los tiempos del auge maya, en el periodo clásico, existieron cuatro grandes potencias: Palenque, situado en Chiapas, México; Tikal, situado en Guatemala; Copán, allá en Honduras; y Calakmul, perdido en Campeche, México. Las tres primeras son las más reconocidas y exploradas, mientras que Calakmul está gravemente olvidada, a pesar que ésta derrotara a Palenque alguna vez, o cuando se alió con Caracol para derrocar a Tikal, la gran potencia del mundo maya que controlaba la región del Petén. Actualmente el sitio está en terrible estado y la ruta de acceso es muy complicada. Y si así son tratadas grandes potencias, los sitios pequeños no contarán con el apoyo del gobierno para su investigación. Claro ejemplo de lo que digo es el sitio arqueológico Cobá, situado en Quintana Roo, al que llegas por una horrible carretera incompleta. En su tiempo de auge, este sitio fue de esos que lograron controlar su región, así también crearon enormes sacbés (caminos) que conectaban a las demás ciudades-estado. En la actualidad es un sitio con nula restauración, con lo cual no se puede apreciar del todo su belleza. A la entrada no vemos un cartel de "Bienvenidos a Cobá", sino de una manta de protesta que reza "Por el bien de la cultura y los sitios arquelógicos, pedimos la descentralización del INAH".

Es muy interesante ver esto y apreciar también la poca afluencia de mexicanos. Mientras que los extranjeros, franceses y alemanes en su mayoría, se deleitan entre los templos y las explicaciones que los guías dan en un pésimo inglés o francés en todo caso. Eso sí... ver montones de rubias no molesta en lo más mínimo, porque si algo tienen los europeos es que son una raza bastante estética, pero no con tanta cultura mística, salvo por los griegos.


Para ver otras fotos sobre los sitios arqueológicos, entren a mi galería en el DeviantArt: http://cronosmu.deviantart.com/

lunes, julio 31, 2006

Sonríe, vamos a acampar


Como ya es sabido por todo México, el Mesías tropical (Enrique Krauze dixit) en su última sesión informativa convocó a un plantón permanente en el Zócalo, para así protestar y exigir el recuento voto por voto. Esto es parte de la llamada resistencia civil pacífica; el problema es que ellos, al parecer, tienen un concepto muy ambiguo de la palabra “paz”. De hecho también poseen un diccionario alternativo del castellano, pues innumerables conceptos ya han sido transformados de una manera muy conveniente con tal que el sol brille en la ciudad de la esperanza. Por ejemplo: ellos sostienen que son libres de manifestarse en cuanto lugar les dé la gana, pues toda la ciudad es espacio público; esto incluye las empresas privadas que son parte del eje del mal. Para entender esto tenemos que desglosar un poco el tema.

Primero. Andrés Manuel López Obrador dice ser un político de izquierda y abiertamente Juarista. Recordemos bien que don Benito Juárez era liberal. Aquí es donde nos enfrentamos al primer problema de conceptos: en la historia oficial se nos muestra un Juárez magnánimo, y también se nos dice que fueron los liberales de aquella época los que buscaban reformar al país y llevarlo adelante; así los conservadores son la parte maléfica de la historia: esos seres oscuros que rezaban el padre nuestro en cuanto tenían oportunidad (Juárez y Lerdo de Tejada también). En la actualidad millones de personas creen que Benito era en realidad un hombre de izquierda, al igual que López Obrador. Pero hay que aclarar que ni Benito Juárez era de izquierda ni Obrador es liberal como lo fuera el mal llamado Benemérito de las Américas.



Los liberales son abiertamente capitalistas, y ejemplos en la historia tenemos cientos, basta mencionar a personas como John Locke, Milton Friedman, Adam Smith, Montesquieu, entre otros. Como sabemos, el capitalismo o la derecha es la contraposición al socialismo, el cual se identifica con la izquierda. Benito Juárez defendía las ideas liberales, el libre mercado y la libertad individual, así como el respeto a la propiedad (ahora le dirían neoliberal). Mientras que López Obrador se opone a todo esto, rompiendo así con su supuesto Juarismo. No sólo no defiende las ideas liberales, ni el libre mercado ni la libertad individual, sino que facinerosamente ha dejado de respetar la propiedad de los individuos de la ciudad de México. ¿Cómo lo hace? Con su resistencia civil pseudopacífica y desacatando la ley. Ahora su novedad es la de la asamblea permanente, lo cual traerá problemas para la ciudad. Sí, es cierto que ya se pusieron unos cuantos policías para controlar el tráfico, pero sabemos que ante las masas los automovilistas poco y nada pueden hacer. De hecho varias personas se vieron obligadas a desplazarse a pie por paseo de la Reforma, debido al bloqueo de calles por simpatizantes de AMLO.

No exagero cuando digo que todo esto es un caldo de cultivo para la creciente inseguridad, no sólo en la capital, sino también en el país. Cuando regresé de mis vacaciones en la carretera pude apreciar muchos camiones con montones de acarreados, que en su parte trasera colocaban una manta del “Voto por voto, casilla por casilla”. Menos mal yo vivo al sur de la ciudad.


¿Qué es lo siguente?


miércoles, julio 19, 2006

Lo que México ofrece al mundo

A diecisiete días de las elecciones en México, el país está viviendo un panorama turbio que se interna entre la neblina de la incertidumbre. Cada momento que pasa se transforma en otro golpe a nuestro incipiente sistema democrático. Así, rodeado por un aura que no refleja más que descontrol, el perdedor de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador, argumenta que el pasado dos de Julio se vivió un panorama muy parecido al de 1988, donde el fraude electoral fue más que obvio. Fraude orquestado por diversas fuerzas maléficas de la neoliberal derecha que representa Felipe Calderón y su partido. Pero no sólo el Partido Acción Nacional es parte del compló en contra del señor López, sino también innumerables empresas mexicanas que, con terrible cizaña y premeditación, colocaron en sus spots cientos de indirectas para que se votara en contra de Andrés Manuel. Basta ver las pruebas que el PRD entregó ante el Tribunal Electoral, donde argumentan que la conspiración en su contra se reunió para un bombardeo final que abarcaría el principal medio de comunicación: la televisión. Él dice que la telenovela “La fea más bella” (a.k.a Lety la fea) incitaba al voto por Calderón, así como la empresa de jugos Júmex que, descaradamente, utiliza como imagen una lata azul del mismo color del logotipo del partido de la derecha; igualmente en el compló participa Maribel Guardia, una sensual pseudoactriz, que viste de azul en su programa “Muévete”.

Quizá los ejemplos anteriormente mencionados puedan parecer ridículos y sacados de algún programa de parodia política, pero, lamentablemente, no es así. Da hasta risa pensar que Obrador culpa a la telenovela más exitosa del momento de promover el voto en su contra. ¿Quién será el siguiente en la lista? ¿El cielo por el simple hecho de ser azul? ¿El Word porque su skin es de color azul celeste? Si bien es cierto que el director de Bimbo en México apoyó a Calderón, los argumentos que presenta López para impugnar el resultado de las elecciones son realmente patéticos.

Eso es lo que se ve del país a nivel nacional, y también lo que se ve a nivel internacional. En noticieros de la CNN, por ejemplo, muestran imágenes de Obrador, quien llama a que los ciudadanos hagan una resistencia civil pacífica. Paradójicamente los fanáticos simpatizantes de López Obrador ya atacaron la camioneta de Felipe Calderón. Muchos de ellos también se quejan del hecho que periódicos, tales como Reforma y La Crónica, son de derecha y que sólo el diario de la izquierda, La Jornada, tiene la razón. También nuestros sapientes intelectuales hablan de un fraude terrible, ¡y ahora hasta exigen que la televisión mexicana sea expropiada! Creo yo que ya tenemos bastante con que Petróleos Mexicanos sea del Estado, así esté formalmente en quiebra.

Pero esto qué interesa, si el cabezazo de Zidane importa más que el espectral clima político de México. Y la verdad es que yo también le di más importancia al calvo francés, que a todos los desvaríos de Obrador. Así como yo, muchos mexicanos ya están hartos de ver tanta paranoia de parte del abanderado del PRD. ¿Y los extranjeros qué imagen ven de México? Ellos contestarán a esta pregunta, pero entre que AMLO sigue chachalaqueando y los maestros en Oaxaca haciendo hasta lo imposible por manifestarse violentamente a tal grado de que cancelaran el festival de la Guelaguetza, yo mejor tomo la prioridad del programa de Felipe Calderón: incentivar el turismo nacional, que es algo que nos puede ofrecer mucho más que las rencillas entre políticos. Eso, pienso yo, es lo que México tiene que ofrecerle al mundo: su riqueza natural y cultural. Así que me voy por espacio de dos semanas a recorrer la zona maya, con la esperanza que eso, algún día, sea prioridad nacional, y que no sólo los extranjeros se maravillen con nuestras culturas, sino también nosotros.

*La imagen que está como header tiene en primer plano la pirámide más importante del sitio arqueológico Edzná, que se localiza en el estado de Campeche.

lunes, julio 17, 2006

Un inicio incierto

¿Otro blog más que se pierde con otros tantos que deambulan por todo el Internet? No, aquí no se pretende estar entre un montón, sino por arriba de uno. Quizá sea difícil eso, y probablemente se logre poco con este esfuerzo, pero de cualquier manera algún fruto saldrá de este lugar por más árido que sea.

¿Qué pretendo? Sólo vivir, pero esto conlleva muchas cosas que no son nada más que parte de nuestra realidad, y como vivimos en ella debemos de plantearnos cómo estar y cómo ser. De nada sirve ser un ente sin aspiraciones, perdido en un mundo en constante cambio. Para nuestra desgracia hay demasiado vulgo que así ha decidio exisitir. Pero... ¿es vivir no darse cuenta del ayer y del hoy? De ninguna manera; yo considero que eso es sólo llenar el espacio de alguna manera un tanto vil y repugnante.

Ya con anterioridad su servidor había poseido un blog, de esos que te da msn. Alcanzó algo de popularidad mientras estuvo vivo, o sea, cuando yo me dignaba a actualizarlo. Y no es que muriera el interés, porque éste sigue imperante en mí, pero a veces una mente tan cambiante se olvida de ver por sus proyectos.

En fin... ¿de qué se trata este blog? De la realidad, de nuestra realidad, de la mía y de la tuya. Nosotros vivimos, afortunadamente, en una sociedad política. Es por eso que yo me dedicaré a analizar y comentar este aspecto, con la visión de un ciudadano, de una persona que enfrenta el día a día. Pero no sólo habrá política aquí, porque, después de todo, no es lo único que nos interesa. De tal forma que cuando crea pertinente escribiré sobre diversos temas, ya sea de cultura general, literatura, y me permitiré colocar reviews de discos (de metal, claro está); todo esto con el fin de liberarnos un poco de tanta tensión.

Lo que quiero es que no sólo yo piense, sino que también ustedes lo hagan. Así que sean libres de comentar y de debatir.

Sobre mí­

  • En teorí­a soy Cronos
  • Proveniente de la Ciudad de México, Mexico
  • No soy más que un defeño que, por alguna razón maléfica y mística, se siente orgulloso de serlo. Quizá sea porque he vivido aquí toda mi corta vida. Sin saber cómo, poco a poco empezó a despertar en mí un gran interés por la política, la cultura, la literatura y por último, pero no menos importante, el metal.
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