Sonríe, vamos a acampar
Primero. Andrés Manuel López Obrador dice ser un político de izquierda y abiertamente Juarista. Recordemos bien que don Benito Juárez era liberal. Aquí es donde nos enfrentamos al primer problema de conceptos: en la historia oficial se nos muestra un Juárez magnánimo, y también se nos dice que fueron los liberales de aquella época los que buscaban reformar al país y llevarlo adelante; así los conservadores son la parte maléfica de la historia: esos seres oscuros que rezaban el padre nuestro en cuanto tenían oportunidad (Juárez y Lerdo de Tejada también). En la actualidad millones de personas creen que Benito era en realidad un hombre de izquierda, al igual que López Obrador. Pero hay que aclarar que ni Benito Juárez era de izquierda ni Obrador es liberal como lo fuera el mal llamado Benemérito de las Américas.

Los liberales son abiertamente capitalistas, y ejemplos en la historia tenemos cientos, basta mencionar a personas como John Locke, Milton Friedman, Adam Smith, Montesquieu, entre otros. Como sabemos, el capitalismo o la derecha es la contraposición al socialismo, el cual se identifica con la izquierda. Benito Juárez defendía las ideas liberales, el libre mercado y la libertad individual, así como el respeto a la propiedad (ahora le dirían neoliberal). Mientras que López Obrador se opone a todo esto, rompiendo así con su supuesto Juarismo. No sólo no defiende las ideas liberales, ni el libre mercado ni la libertad individual, sino que facinerosamente ha dejado de respetar la propiedad de los individuos de la ciudad de México. ¿Cómo lo hace? Con su resistencia civil pseudopacífica y desacatando la ley. Ahora su novedad es la de la asamblea permanente, lo cual traerá problemas para la ciudad. Sí, es cierto que ya se pusieron unos cuantos policías para controlar el tráfico, pero sabemos que ante las masas los automovilistas poco y nada pueden hacer. De hecho varias personas se vieron obligadas a desplazarse a pie por paseo de
No exagero cuando digo que todo esto es un caldo de cultivo para la creciente inseguridad, no sólo en la capital, sino también en el país. Cuando regresé de mis vacaciones en la carretera pude apreciar muchos camiones con montones de acarreados, que en su parte trasera colocaban una manta del “Voto por voto, casilla por casilla”. Menos mal yo vivo al sur de la ciudad.
¿Qué es lo siguente?
